Brisa ventosa, cáñamos desenredados. El cielo es un plomo gris cobrizo cirniéndose sobre el páramo.
Mientras el espíritu de Frodo se las ve con los muertos sumergidos en la ciénaga, Góllum maldice su suerte trastabillando entre los lodos del pantano y Sam los persigue a los dos ciegamente como perro que corre tras su dueño mi ánimo se sumerge en otras películas mucho más tediosas, mucho más largas.
Y encima, sin Óscars.
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