Llegamos a Strómboli en batiscafo
a cinco minutos: hotel ossidiana
patio con vistas al temblor del volcán
rugido nocturno y luz de linternas
todo es calma -tensa- en Strómboli
todos descansamos
esperando el estallido del volcán
a media tarde
justo antes de caer el sol
tomamos la ruta de la falsa montaña
un viejo cementerio
y el recuerdo de un montañero
como mugas de camino
a media tarde
con el olor de la hierba y de la lava
tomamos el sendero
para iniciar
nuestro peculiar viaje
al centro de la tierra
sólo el gorgoteo del Strómboli
se interpone
entre
tu respiración
y la mía
a cinco minutos: hotel ossidiana
patio con vistas al temblor del volcán
rugido nocturno y luz de linternas
todo es calma -tensa- en Strómboli
todos descansamos
esperando el estallido del volcán
a media tarde
justo antes de caer el sol
tomamos la ruta de la falsa montaña
un viejo cementerio
y el recuerdo de un montañero
como mugas de camino
a media tarde
con el olor de la hierba y de la lava
tomamos el sendero
para iniciar
nuestro peculiar viaje
al centro de la tierra
sólo el gorgoteo del Strómboli
se interpone
entre
tu respiración
y la mía
Aquel día se me metió el fantasma del montañero muerto en la cabeza y me acompaña cuando creo que estoy solo: qué risa. Aquello si es soledad.
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