Lila irisado
Y naranja
Y azul también.
Verde que cambia
con ese vientecillo
que sopla
de una parte
a la otra
de tan concurrida
plaza.
Mármol
como pozo
de los deseos
que van surgiendo
del viento
pulmón.
Y tú alentándolos suavemente,
dándoles forma,
animándoles
a que se suban al azul,
coloreándolos
poco a poco de ti,
meciéndolos
mientras flotan
suspendidos
de nuestras miradas
y nuestra ilusión.
Cosa rara y preciosa,
que de manera tan sencilla,
se fabriquen sueños
que floten y se diluyan,
o bien vuelen
hasta tan alto,
que lleguen a mezclar
el azul de su iris
con ese tinte añil
de lo que todos nosotros
tenemos por techo.
Y azul también.
Verde que cambia
con ese vientecillo
que sopla
de una parte
a la otra
de tan concurrida
plaza.
Mármol
como pozo
de los deseos
que van surgiendo
del viento
pulmón.
Y tú alentándolos suavemente,
dándoles forma,
animándoles
a que se suban al azul,
coloreándolos
poco a poco de ti,
meciéndolos
mientras flotan
suspendidos
de nuestras miradas
y nuestra ilusión.
Cosa rara y preciosa,
que de manera tan sencilla,
se fabriquen sueños
que floten y se diluyan,
o bien vuelen
hasta tan alto,
que lleguen a mezclar
el azul de su iris
con ese tinte añil
de lo que todos nosotros
tenemos por techo.
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